Cuatro matrimonios a punto de naufragar. Todos sienten que necesitan algo diferente pero, no es fácil admitir la derrota, reconocer que el amor se ha terminado. Lo que empieza pareciendo una comedia más, de matrimonios fracasados, evoluciona hacia distintos lugares. Destinos que nos llevan a reflexionar sobre estas parejas, y cómo los hechos imprevisibles pueden determinar, a veces, nuestras vidas.
De esos cruces de caminos, en los que decidimos nuestro futuro sin darnos cuenta, es de lo que tratan las historias de los nueve personajes que dan vida a “El don de la palabra”.
El australiano Andrew Bovell es el autor de esta obra escrita en 1996, el primer trabajo suyo que se representa en la Argentina. Un relato intenso, que casi no da tregua, para el cual se necesita atención para no perderse en el devenir, que es armado con destreza por Alejandro Tantanian, su director.
Una historia donde la palabra es la que pesa, con un interesante trabajo puesto en el decir. Y varias encrucijadas, como piezas que van encastrándose.
Andrea Politti, Sofía Gala, Gonzalo Heredia y Guillermo Arengo son los cuatro protagonistas de este elenco, que tienen que representar más de un papel, y cuyas interpretaciones cobran la mayor fuerza en los situaciones más íntimas. Frases contundentes, de esas que hacen caer las máscaras, con momentos de acidez en los diálogos. La tensión desplegada atrapa con elementos de thriller.
Es de destacar también lo realizado con la puesta en escena, dinámica, atractiva e innovadora, en el difícil escenario del teatro Picadilly.
Una obra para salir pensando sobre los límites de la confianza, la traición, el deseo, el amor y la culpa.
Ficha técnica:
Actores: Andrea Politti, Sofía Gala, Gonzalo Heredia, Guillermo Arengo.
Guión: Andrew Bovell
Traducción: Mariana Sagasti
Dirección: Alejandro Tantanian