En una oficina donde la burocracia es lo que rige, se abre un mundo de recortes de papel en medio de la nada. Desde allí, empleados de un alguien, Pájaro (Gabriel Yamil) y Mariposa (María Viau), encargados de dar la muerte y la vida, oyen cómo afuera el mundo se cae, irremediablemente. Ruidos, como una infernal máquina musical.
Antes de la última ironía del planeta, ambos caerán sus pieles ficticias, sus plumas y sus alas, dando paso a la desnudez en la nada. Así, mientras sus identidades se hieren, buscarán darle una respuesta a la segunda pregunta, aquella que un día le hicieron a Pájaro, que lo persigue y atormenta.
Con esta historia como fondo, Diego Palacios, dramaturgo y director de la obra, plantea con un texto profundo e interesante, un tema que interpela. La muerte como materia tan preguntada en la historia de la humanidad; y del otro lado, sus servidores, o empleados.
La puesta diseñada para la misma, ese desordenado lugar con su no tiempo, y música en vivo a cargo de Guillermo Campo, un operario de aquel lugar, favorecen a crear una atmósfera de intriga, en que el espectador querrá saber quiénes son estos personajes, su labor y el por qué de sus preguntas.
Cada detalle está cuidado para que sus protagonistas se luzcan tanto en sus momentos en solitario, como en sus particulares relaciones. Buen trabajo actoral del trío, con energías opuestas, que se complementan.
“La segunda pregunta” invita a repensar nuestras creencias e ir hasta esos lugares inciertos, llenos de interrogantes.
Ficha técnica:
Actores: Guillermo Campo, María Viau, Gabriel Yamil.
Música: Guillermo Campo.
Guión: Diego Palacios.
Dirección: Diego Palacios.