“La memoria, donde la toques, duele.”
Un monje detiene el tiempo. Como intruso, se inmiscuye en distintas vidas, que viven junto a un objeto querido sus deseos y recuerdos más profundos. Con la ayuda de sus bufones, esta figura de negro y encapuchada, intenta encajar a diferentes personas, cosificarlos, reducirlos a la categoría de cosas, sin memoria. Pretende volver a ellos una sustancia, que sean inmanejables.
Pero el propio deseo del monje, que se divertirá tratando de hacer padecer esos pedazos de vida recónditos, es traicionado, y caerá en su propia trampa. Los objetos terminarán revelando a sus personajes su verdadera esencia, liberándolos.
Un sonido, un aroma, una imagen puede ser motivo para despertar ese recuerdo, que quizá dormía en lo más profundo de nuestro inconsciente.
La obra, con idea, dramaturgia y dirección de Gabriela Daniell, propone no dejar al espectador indiferente, y lo logra, quedando atrapado en ella. Así, lo conecta desde un principio a la siempre subyugante idea que en este mundo sujeto y objeto son la misma cosa.
La escenografía con su puesta, las actuaciones, el movimiento y el juego con las cajas, entre la opresión y la liberación, incentiva los sentidos. Siguiendo ese ritmo, integrada de manera perfecta, la música en vivo, con instrumentos de viento y guitarra, contribuyen a la generación de cierto clima, que interpela y moviliza.
Nuestros recuerdos permanecen guardados en los objetos que fueron importantes en nuestras vidas, esperando que una caricia los despierte. No somos cosas que se guarde en cajas. Serás y no encajarás.
Ficha técnica:
Actores: Martina Ballespin, Milagros Duarte, Sofía Echave, Gabriela Golgdenberg, Micaela Morello, Esteban Nerone, Arnoldo Tytelman.
Voz en off: Sergio Bressky
Música en vivo: Tobias Ré, Gabriela Goldemberg, Ivan Andrioni
Dirección: Gabriela Daniell
Guión: Gabriela Daniell
