“Julio Chávez es un director del que se aprende muchísimo”
- ¿De qué trata “Suspiros”?

- ¿Cómo llegas vos a ser parte de la obra?
- Este proyecto formó parte de un proyecto mayor de un elenco de actores que formó Julio Chávez con la idea de producir diferentes obras de teatro, entre ellas la de “Vicente López”, de la cual formé parte también, y “Como quien mata a un perro”. Y este es el tercer proyecto. Ya mientras estábamos trabajando con la primera, incluso, se empezó a gestar esto y sabíamos que una vez finalizado eso íbamos a empezar, algunas de las integrantes, con este nuevo proyecto de Julio Chávez, en el cual se suman a la dramaturgia Camila Mansilla y Santiago Loza.
- ¿Y cómo es Lila, tu personaje?
-
Yo creo que es una persona que está muy triste, decepcionada con la
vida, que tiene una pulsión vital muy grande, o que la tuvo, por ahí
algo que queda, por eso está tan frustrada, enojada. Ella quiso tener
hijos, no pudo. Tiene una relación afectiva que no la hace feliz. Y
quisiera que sus amigas le demuestren cariño, le presten atención. Y
ella piensa que nada de lo que le pasa es suficiente motivo. Por eso
también cuenta sus desgracias, su pobreza, su miseria, para provocar
reacciones en sus amigas; y no lo logra.
Yo creo que es una persona que está muy triste, decepcionada con la
vida, que tiene una pulsión vital muy grande, o que la tuvo, por ahí
algo que queda, por eso está tan frustrada, enojada. Ella quiso tener
hijos, no pudo. Tiene una relación afectiva que no la hace feliz. Y
quisiera que sus amigas le demuestren cariño, le presten atención. Y
ella piensa que nada de lo que le pasa es suficiente motivo. Por eso
también cuenta sus desgracias, su pobreza, su miseria, para provocar
reacciones en sus amigas; y no lo logra.
- Mi experiencia, por suerte, es bastante grande. Él me dirigió por primera vez en “Rancho”, una obra preciosa que hicimos también muchos años, de la cual también se hizo la película. Después en la de “Vicente López” también, y ahora en “Suspiros”. Así que ya casi no se cómo es no ser dirigida por Julio. Creo que estoy muy mal acostumbrada, o bien acostumbrada, porque es un placer. La verdad es que es un director del cual se aprende muchísimo, con el cual estas durante todo el proceso creativo asistiendo a su creatividad, porque también durante los ensayos se va gestando y creando la obra. No es un trabajo que él hace y después viene y trae; sino que es un trabajo que lo hace con los actores. Durante todo el proceso él se abre mucho y te deja como entrar en los pensamientos, en las ideas, y en las reflexiones que van surgiendo a partir de los ensayos. Y se vuelve una etapa muy rica para uno como actor, muy interesante. Después cuesta dejar esa etapa cuando viene ya estreno y eso, otra etapa, también muy linda. Pero la verdad es que siempre recuerdo el proceso de ensayos con Julio, es algo que me enseña mucho.
- Cuando termina la obra queda en el público una sensación especial porque es una obra que apela mucho a los sentimientos. ¿Lo vivís así?
- Yo también tengo la sensación esa. Creo que acá hay varios factores muy importantes en la obra como el sonido, la música. También eso ayuda como a crear el clima. Hay algo de los tiempos también que hace que sea un poco sensorial. Para nosotros, para los actores que estamos en escena, juega un rol muy importante. Yo me engancho mucho con eso, con los sonidos, la luz, los susurros, las voces. Todo eso ayuda muchísima a intentar crear lo que se quiere. Esa rareza también que no se sabe si está ocurriendo, ocurrió o va a ocurrir. Si están en sueño, si están en la imaginación de alguien, algo como intangible, y a la vez muy cotidiano y muy real.
Ficha técnica:
Actrices: Catalina Auge, Ana Giménez, Victoria Marroquín, Luz Palazón, Lili Popovich, Andrea Strenitz y Elvira Villarino,
Guión: Julio Chávez, Santiago Loza y Camila Masilla.
Director: Julio Chávez