Charlamos con el dramaturgo, director, actor, quien nos contó sobre las sensaciones del lanzamiento de su primer libro, que incluye sus obras “Las Promesas”, “Los Secretos” y “Las Despedidas”.
– ¿Con qué nos encontramos en “De las veces que imagino”?
– Este libro es la trilogía integrada por “Las Promesas”, “Los Secretos” y “Las Despedidas”. Son tres piezas que se ocupan de las temáticas fundamentales de lo humano, que son el tiempo, el amor, y la muerte. Usé esos tópicos como disparadores para jugar con otrxs, para crear obra en función de cuerpos que ya me habían conmovido en la escena. Fue en el caso de “Las Promesas” el cuerpo de Paula Fernández Mbarak, en “Los Secretos” el de Paula y el de Iván Moschner, y en “Las despedidas”, el de los dos anteriores más un grupo hermoso que ya se sabrá. En esta trilogía pensé de antemano a quiénes les estaba escribiendo los materiales, para que el proceso de escritura no tuviera que ver con la «soledad del autor» ni con buscar ideas eruditas. En el contacto indirecto de escribir para otrxs creo que logré darle paso a algo que no tiene que ver conmigo y mi «inteligencia”, sino con el lugar más interesante que tiene el teatro que es el de compartir. En el libro también se encuentran las hermosas ilustraciones que ejecutó Bárbara Delfino para cada una de las piezas.
– ¿Cuál fue la sensación al recibir el primer ejemplar impreso?
– Una profunda libertad, y la convicción de que hay que seguir creando sin buscar resultados. Tenemos todo dado para poder crear, para poder persistir en nuestros deseos artísticos. Pero es tan fuerte todo el entramado en nuestro quehacer, y las creencias que empezamos a absorber desde que nos formamos, que terminamos siempre esperando que venga esa oportunidad, esa gran idea o ese productor para poder desarrollarnos. Son todas creencias, insisto, tenemos todo dado para hacer lo que querramos. En mi caso, no importa para qué, pero este libro ya existe en el mundo, y eso lo hace inútilmente precioso: existir.
– Alguna vez escribiste que el libro es una “condensación de años de tiempo, amor y muertes”… ¿Qué fue lo que más costó?
– Creo que lo que más costó, y sigue costando cada vez más es no distraerse con preocupaciones, carreras, búsquedas en función de lo aceptado o de lo que está de moda. Volver siempre al eje, eso cuesta, poder escucharse, poder darse tiempos de improductividad para que entre el sinsentido de la poesía, la belleza de lo cotidiano. Las preguntas más importantes aparecen cuanto menos apurados estamos en buscarlas, y la distracción de estar buscando algo genial a veces hace que no le demos importancia a las preguntas chiquitas, que seguro son las más verdaderas, y por lo tanto las más profundas. En todo eso, creo que hay un dolor que muchas veces intentamos esquivar, o al que le tenemos miedo porque no está muy aceptado, encontrarse de lleno con esa zona poco explorada, creo que también es un trabajo diario para lxs artistas.
– Ya pudimos ver en teatro “Las Promesas”; está en cartel “Los secretos” los jueves en El Portón de Sánchez, ¿para cuándo la tercera parte “Las despedidas”?
– “Las despedidas” está en proceso de producción, tiene una estructura bastante gigante por la cantidad de actores, y por las intenciones de puesta que estoy pensando. Por eso estoy intentando aproximarme a otras modalidades de producción que las del «teatro independiente». Estoy muy entusiasmado con ver a las actrices y actores que elegí para esta obra, jugando juntos en torno a la temática de lo que pasa cuando nos aproximamos a la muerte.
