Tras la muerte del titular del
edificio, Graciela (Celina Font), una vecina del lugar, va a aprovechar la
ausencia de la viuda para alzarse con el control de la administración. Cuando
el futuro de la cuestión parecía estar encaminado, llega Betty (Vivian El
Jaber), quien pretende recuperar, cueste lo que cueste, todo lo que su marido
dejó. Pero en medio de estas mujeres también está Francisco (Marcos Montes), el
encargado, quien no dejará pisotear su puesto laboral.

En el patio del complejo cada uno
esgrimirá sus argumentos para alzarse con lo que suponen un jugoso botín. Ellos
defenderán a capa y espada sus razones, sin escuchar al otro.

Mario Segade, autor y director de
“La nueva autoridad”, configura una historia de personajes miserables, carentes
de amor, cuyo dolor se torna soberbia y locura. Sus tres protagonistas así
brindan cuidadas interpretaciones para este clima grotesco, y por momentos
bizarro, que con humor, la pieza tiene.

La interesante puesta en escena,
en tanto escenografía y luces, en la Sala
Cunill Cabanellas de Teatro San Martín nos mete de
lleno en ese espacio, entre derrumbado y a medio hacer, cuyo futuro es uno de
los principales motivos de pelea.

En esta disputa, entre diseños de
solarium, pileta de natación, y hasta jaulas con fieras, ganará el que más
poder de convencimiento, y de fuerza tenga.