El hecho histórico, ocurrido el 27 de agosto de 1920, ubicó al país entre los precursores en el campo de la radiodifusión, y en el primero entre naciones de habla hispana.
Desde entonces y en sus primeras décadas, la radio se conectó con el teatro y otorgó un lugar de importancia para el desarrollo actoral y teatral, al punto de que fueron surgiendo compañías radioteatrales. Nacía un nuevo género que modificaría las costumbres de gran parte de la sociedad: el radioteatro.
"Los locos de la azotea", como fueron bautizados los radioaficionados que realizaron la primera transmisión, fueron Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, quienes en su aventura inaugural lograron emitir la ópera Parsifal de Wagner.