Él: «No nos conocemos»
Ella: «Las personas nunca se conocen. Si no nos conocemos a nosotros mismos, imagina a los demás»
Una mujer (Cecilia Roth) y un hombre (Darío Grandinetti) se citan en un hotel con el propósito de cumplir una fantasía sexual, luego de responder a un anuncio de una revista. Con el correr de los encuentros, lo que empieza siendo una relación esporádica, en donde sus familias, sus trabajos, y hasta sus propios nombres debían quedar fuera del vínculo, comienza a contaminarse cuando, inevitablemente, uno se enamora.
Así “Una relación pornográfica” propone reflexionar sobre la aventura del amor, y sus consecuencias. Los dilemas de la libertad, en una pareja que acaba de conocerse.
El espectador será invitado a “espiar” estos encuentros, y es tomado por los protagonistas como un tercer personaje. Algo así como un confesor a quien le relatan sus sentimientos.
De destacar es el trabajo de Roth y Grandinetti. Se nota empatía en escena entre ellos y la composición de personajes bien plantados, que conmueven. Una especie de simbiosis, para interpretaciones sinceras, delicadas, y a la vez profundas, que demuestran el oficio de ambos actores. Obra de personajes, como bien Javier Daulte sabe dirigir con maestría.
El guión, cuya adaptación estuvo a cargo de Pablo Kompel, juega en la historia a través de relatos cruzados, con una dramaturgia casi coreográfica, en el devenir entre diálogos, transiciones bien musicalizadas, y esas confesiones a público.
En una bella sala de hotel (lo que significa una linda puesta) estos personajes se conocerán por lo que dicen, pero con el correr del tiempo, también por lo que van a ir sintiendo. Y se preguntarán qué sucederá cuando el amor aparece, allí, justo en el lugar que no se espera que aparezca, en una relación pornográfica.
Ficha técnica:
Actores: Darío Grandinetti, Cecilia Roth.
Guión: Philippe Blasband.
Adaptación: Pablo Kompel.
Dirección: Javier Daulte.